Domingo 24 de junio del 2007
La luz de su magia se apagó, muriendo con él, un su gran baloncesto y para nuestra tristeza más profunda, con él se pierde el legado de gran prestidigitador.
Pedro Antonio Rivas, bautizado por las masas como "El Mago", por lo que hacía sobre los tabloncillos y por toda la gloria que dejó a nuestro país, falleció el pasado sábado 23 de junio en su natal provincia, Colón, debido a un paro cardíaco, el cual sufrió luego de un partido de baloncesto.
Según los primeros informes, Rivas fue ingresado al cuarto de urgencias del Hospital Manuel Amador Guerrero, de Colón, tras padecer problemas cardíacos, pero luego murió a causas de un infarto al corazón.
Rivas, un sexagenario que nació en Colón, tuvo su época dorada junto a la selección panameña de baloncesto en las décadas de los sesenta y setenta, cuando dio varios triunfos al equipo local en torneos regionales y centroamericanos y del Caribe.
Viviendo en Colón en los años sesenta bajo las condiciones económicas que históricamente azotan a esa provincia de predominante etnia afrohispana, Rivas se vio obligado a suspender sus estudios en favor de una oferta del equipo Sporting Cristal de la liga de baloncesto uruguaya.
Su estadía en Uruguay duró una temporada debido a la nostalgia que sintió por su tierra natal y por sus familiares y amigos, especialmente por su novia, hoy su esposa por más de 20 años.
Después ingresó a la selección nacional en 1966 y salió de ella en 1976 y hasta hace pocos años fue instructor de baloncesto de escolares.
Su magia se perdió
La triste realidad es que todo esa sapienza basquetbolistica jamás fue aprovechada por la dirigencia del baloncesto nacional.
Rivas nunca fue integrado en los cuerpos técnicos, nunca se le dio la oportunidad de ser formador. Nunca se le buscó para que trasmitiera lo que sabía del deporte.
Esta es una realidad de nuestro país, donde por cuestiones inexplicables, no se interesan en los relevos generacionales, ni en el aprovechamiento y transmisión del conocimiento de los que realmente saben.
Recuerdo una escrito que un periodista colombiano que vio jugar a "El Mago" el cual decía: "Si el mañana convierte la actuación de Pedro "El Mago" Rivas en una simple estadística, ese mañana será injusto con la historia del baloncesto panameño y de América". En Panamá, en su propio país, esa injusticia se ha aplicado.
Rivas ha tenido el honor de ser el mayor anotador del equipo panameño en varios torneos internacionales y el único panameño convocado a:
La Selección de las Américas y,
La Selección del Mundo
A pesar de todos sus logros y méritos, la carrera de Rivas se ve opacada por los siguientes eventos:
1. Nunca recibió el apoyo que solicitó del gobierno para contrarrestar los efectos que su preparación y participación en torneos internacionales tuvieron en su vida familiar y laboral.
2.Tanto Rivas como otros expertos en la materia concuerdan en que su retiro de la selección nacional fue prematuro y motivado por las múltiples decepciones que sufrió producto de promesas incumplidas por parte de gobernantes y dirigentes deportivos de la época.
3. Los gestos de reconocimiento que obtuvo con ocasión de su retiro no se comparan en sustancia, ni de manera lucrativa con los gestos otorgados a otros atletas nacionales que como él, engrandecieron a el país y al deporte nacional.
Al concluir su trayectoria con la selección nacional, Rivas continuó jugando en la liga de baloncesto mayor de la ciudad de Colón.
Onza por onza uno de los jugadores más vistosos de Latinoamérica, "El Mago" en varias ocasiones ha tenido a todo un gimnasio a sus pies con su deslumbrante juego aéreo y su capacidad de crear su propia ofensiva, muchas veces operando en espacios limitados.
En el mundial de Chile durante un encuentro contra Perú; la prensa deportiva que cubría el partido describió lo que fue la canasta más espectacular de la carrera de Rivas y del torneo.
"El Embajador del baloncesto Panameño", fue el apodo que recibió durante su corta estadía en el baloncesto uruguayo. Los uruguayos le ofrecieron su ciudadanía, pero "El Mago" optó por retornar a su querido Panamá y defender los colores nacionales.
Su estilo de juego similar al de otros grandes de la NBA como: Elgin Baylor, Connie Hawkins y Julius Erving, hoy sirve de modelo para futuras generaciones y cambió para siempre la imagen del baloncesto panameño en el telón internacional.
Es una total falta de respeto, que esta mega leyenda del baloncesto Latinoamericano, no fuese aprovechada y respetada. Pero ahora es capaz, en su vulgar y asquerosa política de aprovechamiento y figuración, que el Gobierno actual y las autoridades deportivas y de la provincia de Colón, intente hacer muchos homenajes póstumos.
Francamente ya para que, la magia se perdió, y sólo roguemos a Dios, que algún día nos dé la oportunidad de tener otro gran mago como Pedro Antonio Rivas.
Birriapanama.com extiende su más sentido pésame a sus familiares y al baloncesto panameño.
Sabemos que Dios le tiene reservado a "El Mago" un puesto como titular en el "Dream Team" del cielo.
Artículo por: Omar De La Cruz