Omar De La Cruz
Especial para Birriapanama.com
La batalla había concluído, los 90 minutos de emociones pasaron a formar parte de la historia. Un equipo festeja, mientras otro llora.
Pero un hombre dentro de la cancha se mantenía al margen de todo, fue el último en salir del engramado, y a pesar que su equipo, el Victoria de Honduras, hizo valer su nombre en el Agustín "Muquita" Sánchez de La Chorrera, para Anthony "Chalate" Torres fue un juego de emociones encontradas y un triunfo para nada dulce.
El Victoria, con gol tempranero del brasileño Fabio de Souza, ganó el partido de ida al San Francisco y ahora tiene la ventaja de jugar en su patio, en La Ceiba, Honduras.
"Esto fue para mi triste, pero soy un profesional en lo mío y así es este deporte", dijo "Chalate", con un tono tranquilo y algo triste.
"Es duro enfrentarse a juegos como este y bueno me toco a mí afrontarlo y jugar lo mejor posible para mi equipo, porque de este trabajo es que come mi familia", dijo el defenser panameño.
"Cuando me visto de rojo doy todo por mi país, pero es duro salir a jugar y ganarle a mis compañeros y amigos de la selección", manifestó "Chalate", quien agregó que contribuyó con el técnico del Victoria, Jorge Pineda, para tener una referencia del plantel chorrerano.
"Hable con ellos y le dije de la peligrosidad de jugadores con (Ricardo) Phillips, de su fuerza, explosión en corto y capacidad de conducir balón en espacios reducidos", explicó "Chalate".
Sobre su duelo con el juvenil Gabriel Torres, expresó que es un jugador que viene creciendo muy bien, además que es bastante rápido.
"Aunque no lo crean jugar ante el San Francisco en complicado, porque conozco como atacan, pero ellos conocen como defiendo", dijo el defensor, que según el técnico Pineda del Victoria, debería ser clonado para que existan más como él.
No sólo "El Caballo de Hierro" sufrió con el encuentro en el plano emocional, también lo hizo la hichada roja de los "Monjes" chorreranos, que aplaudió al "Chalate" al inicio del encuentro, pero a medida que avanzaba el partido y la frustración crecía y los gestos de amabilidad para el defensor bocatoreño fueron cambiados por palabras algo groseras, que tal vez hicieron mella en el corazón de los familiares de Torres, que se encontraban en las gradas del "Muquita" aprovechando la oportunidad valiosa de verlo jugar en Panamá con un club catracho.
"Chalate" ahora piensa en el encuentro de vuelta, cuando en el Estadio Ceibaños, el próximo miercoles 30 de agosto, tengan que recibir a unos monjes desesperados y hambrientos de triunfo.
"Sacamos ventaja en una chancha difícil, pero estoy seguro que en Honduras el partido será más complicado", indicó "Chalate", quien ponderó el trabajo de su equipo, quien supo contener a un conjunto escarlata que tuvo un buen segundo tiempo, aunque sin puntería y que según el propio defensor le faltó jugar más vertical.
Se apaga las luces en el "Muquita" y la oscuridad chorrerano se toma el recinto, "Chalate" aborda el autobus que lo alejará de los suyos nuevamente, pero antes, con un fuerte abrazo se despide de su padre, dejando atrás los recursos de un triunfo que no fue para nada gratificante, pero con la satisfacción de haber cumplido como un profesional y un legítimo embajador del balompie panameño a lo largo del istmo centroamericano.
Fotos: "el birrioso"