Dic 18, 1 año ago

EL FÚTBOL PREMIÓ A MESSI

Artículo por: Campo Elías Estradacestradacampo@gmail.com

Pueden visitar su columna en: https://tiroagolblog.blogspot.com/

Siempre se dice que el fútbol no es de merecimientos sino de goles. Sin embargo, este domingo 18 el fútbol se hizo el de la vista gorda y le reconoció toda su grandeza a Lionel Messi, en un partido de final del mundial de Catar atípico, que se definió por los penales en el que cualquiera de los dos finalistas puso haber salido ganador.

Le tocó a la Argentina ganar su tercera Copa del Mundo después de ver pasar ocho torneos, desde que la última vez Diego Armando Maradona levantó la segunda en 1986. El de Catar era el quinto torneo para Messi, donde al final se hizo valedera la frase que dice: “no hay quinto malo”.

Yo en lo personal me alegro más por Messi que por Argentina, porque la albiceleste siempre será favorita en los mundiales, más adelante vendrán otras generaciones que podrán coronarse campeones, pero no sé si volveremos ver a otro Messi en unos de los próximos planteles del coloso de Sudamérica.

Esa copa era lo único que le faltaba a la pulga de Messi en su impresionante palmarés de títulos, lamentablemente en esta época moderna se ha querido medir erróneamente la trayectoria de este crack con una Copa del Mundo. Muchos dicen, que si no se es campeón del mundo no eres nada. ¡Qué estupidez!

Desde los últimos 20 años Messi ha sido grande sin haber ganado una Copa del Mundo, por todo lo que le ha dado al fútbol, como lo han sido otras grandes luminarias, pero hoy la pasión que genera el fútbol en este deporte tan globalizado, nos nubla el raciocinio en un entorno donde a Messi se lo ha medido con la vara de la rivalidad entre Real Madrid y Barcelona, y con Cristiano Ronaldo de por medio.

El exfutbolista Jorge Valdano llegó a decir, que “el que no quiere a Messi no quiere al fútbol. E incluso, el último Balón de Oro, Karim Benzema, uno de lo pilares de la última Champions League del Real Madrid, comentó que: “el que critica a Messi no sabe de fútbol”.

En mis 61 años he visto por la televisión a grandes futbolistas argentinos, brasileños, uruguayos y europeos, en el mundial de México 1970 tenía menos de 10 años y no me acuerdo de Pelé, más adelante si lo pude ver con el Cosmos. Pero jamás había visto jugar a alguien como a Messi. Por eso estoy agradecido con el fútbol que hoy lo premió en una definición de penales donde la pulga argentina ya había mordido el polvo.

Hoy el gran ganador de la Copa del Mundo de Catar no fue Argentina, me parece que fue el fútbol, por haber permitido que su actual gran embajador levantara la copa del mundo, además, como si fuera poco, el 10 de los argentinos fue distinguido en la final como el más valioso del torneo, con siete goles y tres asistencia, a la edad de los 35 años, cuando se piensa que a esa edad no hay posibilidades para que un jugador de creación pueda llegar a ser la estrella en su quinta Copa del Mundo.

Y parte de lo que hoy es Messi hay que agradecérselo a Lionel Scaloni, un entrenador que comenzó como interino, muy criticado en sus comienzos, en el que el periodismo y mucha gente le dio con todo por el hecho de no haber dirigido nunca a una selección. El nuevo entrenador que comenzó a trabajar después del mundial de 2018 hizo funcional al 10 de la albiceleste con un plantel de caras nuevas y algunos pocos veteranos. Con esa idea consiguió ganar la Copa América del 2021, la finalissima, y llevó a la Argentina a su tercer título en una Copa del Mundo, donde anteriormente se había ganado con dos entrenadores de trayectoria: César Luis Menotti y Carlos Salvador Bilardo.

Con Scaloni, Messi se fue reconciliando con el fútbol de la albiceleste y en esta Copa del Mundo, vimos a un Lionel rejuvenecido, más inteligente, más obrero. No solo fue el director de la orquesta, sino que el goleador y el asistente, con unos pases certeros en el que mostró toda su calidad.

Lo de la final fue un partido atípico. Ochenta minutos de un claro dominio de Argentina que desdibujó por completo al ultimo campeón, en el que por momentos lo ridiculizó, con un posesión de balón impresionante donde siempre se le dio un buen trato a la redonda.

Le decía a mi señora, que ese 2-0 no me gustaba, porque cuando el rival es grande, como Francia, todo puede cambiar con un gol del rival, como en efecto sucedió con Mbappé. Cuando todos pensábamos que los franceses estaban acabados, apareció el 10 francés que despertó con el primero de sus tres goles, con lo que el encuentro pasó de la euforia argentina al dramatismo.

Mejor joven, jugador más valioso y mejor portero. (FOTO: fifa.com)

Con el partido empatado a tres goles en los tiempos extras, para fortuna de los argentinos, el portero Emiliano Martínez evitó con una de sus piernas que el balón se colara en su portería, lo que pudo haber sido el cuarto tanto de los franceses en el suspiro del partido. Ya en los penales, el cancerbero sudamericano le dio tranquilidad al equipo por su experiencia en este tipo de desenlace donde le hemos visto salir airoso.

Hoy sufrí como nunca, por más de 120 minutos fui un argentino más. Gracias a Dios mi señora había comprado una cajita de una sangría que me alivio la vida. Me angustié demasiado, no recuerdo haber padecido esta misma experiencia en una final. Todo por ver ganador al 10 argentino.

Me alegro por Argentina, por sus jugadores que hicieron un partido perfecto hasta los 80 minutos, con un fútbol total donde todos defendieron y todos atacaron frente a una Francia irreconocible, hasta que Mbappé despertó de su letargo.

Me alegro por Messi. El fútbol lo premió hoy. Hubiese sido inconcebible que en su segunda final, la pulga argentina se hubiera retirado sin una Copa del Mundo. Lo celebré. Me emocioné y le doy gracias al fútbol que hoy no se equivocó y premió al que ha sido el mejor de los últimos 20 años.

Ahora Messi puede descansar en paz. No sé que van a decir sus detractores. No me interesa si la pulga continúa jugando en PSG o en el club que sea. Hoy, la alegría de los argentinos fue mi alegría, y la de Messi también fue la mía. Verlo levantar la copa como su capitán, que en un principio se veía lejos por su amargo debut ante Arabia Saudita, fue hasta cierto punto inimaginable, sobre todo por todas esas sorpresas que se vienen presentando en los mundiales.

Con este tiro a gol (Una mirada a Catar) terminé mi experiencia en el mundial de Catar, me alegro que la última nota haya sido para escribir sobre una selección nuestra que se erigió como la campeona, y sobre todo, por haber estado de por medio el mejor futbolista que hayan visto mis ojos en los últimos años.

Una mención especial para el entrenador Lionel Scaloni y el resto de los jugadores: Emiliano Martínez, Nicolás Tagliafico, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nahuel Molina, Angel Dí María, Rodrigo de Paúl, Alexis Mac Allister, Enzo Fernández, Gonzalo Montiel, Leandro Paredes, Pezzerella Alemán, Marcos Acuña, Lautaro Martínez, Franco Armani, Gerónimo Rulli, Juan Floyth, Exequiel Palacios, Ángel Correa, Thiago Almada, Alejandro Gómez, Guido Rodríguez y Lizandro Martínez.

Felicidades a los argentinos.

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