14 de octubre de 2006
Cinco años después de su último combate, Roberto Durán no echa de menos los tinglados y disfruta al máximo su nuevo papel de promotor.
"Yo no extraño ser boxeador. Yo no vivo de esa sicosis, ni de la adulación del público", afirmó Durán en una rueda de prensa para promover la tercera pelea entre Joel Casamayor y Diego Corrales por el peso ligero del Consejo Mundial de Boxeo.
El panameño, campeón mundial en seis divisiones diferentes, dejó el boxeo tras perder contra Héctor Camacho en el 2001. Se dedicó al espectáculo como rostro visible de una orquesta de salsa en Panamá.
A sus 55 años, Durán se asoció con la empresa de Luis De Cubas, su ex manejador, y ha enfilado sus energías en la promoción de carteleras en Estados Unidos.
Y la que el actual campeón Corrales y Casamayor protagonizarán en Las Vegas el 7 de octubre asoma como la pelea más sobresaliente en la nueva tarea de Durán.
La firma de De Cuba, DRL, es la que conduce los hilos de la carrera del cubano Casamayor, a quien Durán ha trabajado en la esquina en el pasado.
En un principio, De Cubas le propuso ser entrenador, pero el legendario "Mano de Piedra" rechazó la idea de plano.
"Yo no tengo la paciencia para ser entrenador de nadie", dijo Durán. "A un boxeador le dices una cosa y después te salen con otra. Eso no es para mí".
Lo de promotor, sin embargo, es algo que sí lo anima.
"Cuando me retiré mi aspiración eran otras cosas, tener un negocio de restaurante y la música", comentó Durán. "Pero este es un negocio que conozco…y la empresa va para arriba".
"Me siento a gusto y contento", añadió. "Lo único que extraño es estar lejos de mi país".
Casamayor y Corrales se repartieron victorias en sus dos confrontaciones previas, y Durán aseguró que el cubano se juega mucho en la tercera
En la primera, Casamayor se impuso por nocaut técnico en el 2003, pero perdió por decisión dividida un año después.
"El (Casamayor) sabe que es su última oportunidad. Si gana, vendrán más peleas para él", señaló. "Por eso sé que lo va a poner todo en esta pelea".
Por: José De Aragón
